jueves, 28 de enero de 2016

¿Qué saben y hacen los grandes ejecutivos?

A pesar del enorme impacto que los ejecutivos pueden tener en sus organizaciones, las posibilidades de fracaso siguen siendo altas.

Como parte de un estudio que tuvo una duración de diez años en el que se incluyó a más de 2.700 entrevistas de liderazgo, se identificaron cuatro patrones recurrentes que distinguían a ejecutivos excepcionales. Lo que separa el "mejor de lo mejor" de todos los demás es un dominio consistente de estos cuatro patrones, mientras que los "buenos" ejecutivos pueden sólo sobresalieron en dos o tres.

1 Conocen todo el negocio

Los ejecutivos excepcionales tienen un profundo conocimiento de cómo las piezas de la organización se unen para crear valor y ofrecer resultados. Muchos líderes llegan a la posición más alta de la organización habiendo desarrollado funciones como marketing o finanzas y apoyándose fuertemente en sus instintos. Estos ejecutivos logran escalar posiciones ampliando su presencia en la organización tomando tareas en todos los departamentos de la compañía

También se centran en el fortalecimiento de la interacción de toda la organización para minimizar la mala coordinación y la fragmentación interna.

2 Son grandes tomadores de decisiones

Ejecutivos ejemplares tienen la capacidad para expresar sus opiniones, tomar en cuenta las ideas de otros, analizar datos, sopesar las alternativas, tomar la decisión final y comunicarla claramente. Esta habilidad inspira mayor confianza y enfoque entre sus subordinados.

Porque son buenos tomadores de decisiones, también son buenos para fijar prioridades, ya que el establecimiento de prioridades es de vital importancia en las distintas decisiones que realizan todos los días.

Centrarse en unas pocas prioridades ayuda a realizar una ejecución exitosa de sus funciones y evitar sobrecargar a la organización con múltiples objetivos.

El secreto de la toma de decisiones se encuentra en el equilibrio entre el instinto y el análisis. Algunos ejecutivos confían plenamente en sus instintos, combinan experiencia y una intuición bien desarrollada. Otros se basan en un análisis exhaustivo de datos para resolver el problema que enfrentan. Los ejecutivos excepcionales actúan de forma fluida incorporando ambos criterios, evitando predisposiciones mal fundamentadas o un largo proceso de análisis.

Tomar buenas decisiones parece ser una habilidad relativamente rara. La proclividad a una equivocada toma de decisiones generalmente se intensifica por los pobres sistemas de toma de decisiones en las organizaciones.

3 Conocen la industria

Ejecutivos excepcionales mantienen una sólida comprensión del contexto cambiante en el que su negocio compite. Su natural inteligencia contextual se encuentra en la intersección de una visión de cómo su organización compite y gana dinero, y lo que es más relevante la forma en que sirven a sus clientes.

La capacidad para aplicar su conocimiento de los negocios ante las amenazas competitivas, requiere la capacidad de ver las tendencias y posibilidades en un horizonte multianual.

Los líderes que obtuvieron la puntuación más alta en esta habilidad afirman tener una curiosidad innata y un profundo conocimiento del contexto de negocios, aplicado las últimas tendencias económicas, tecnológicas y comerciales. De esta manera, es más fácil identificar las amenazas y aprovechar las oportunidades.

4 Forman relaciones profundas y de confianza

Dentro de las organizaciones hay ejecutivos con los que todo el personal quisiera trabajar. Estos ejecutivos forman profundas conexiones con los superiores, compañeros y subordinados directos, consideran y satisfacen las necesidades de ellos. Se comunican de manera convincente y van más allá de las transacciones superficiales para formar relaciones de confianza y beneficio mutuo. Esto se convierte en una reputación positiva dentro de la organización al generar consistentemente buenos resultados, mientras genuinamente se preocupan por quienes contribuyen al logro de los objetivos.

De los cuatro patrones enlistados, la falta de relaciones profundas contribuye en mayor medida a marcar la diferencia entre ejecutivos excepcionales y buenos. Mientras que los ejecutivos excepcionales guían a sus subordinados con una humilde confianza, los segundos mejores ejecutivos se enfocan más en las percepciones, creando la ilusión de la colaboración, escondiendo motivos egoístas. Ejecutivos excepcionales desarrollan conexiones invirtiendo fuertemente en su propia inteligencia emocional y social, de forma activa solicitan retroalimentación acerca de cómo otros las experimentan y aprenden a crear confianza con los demás.


Es posible aprender estos cuatro patrones y nunca es demasiado tarde para empezar a desarrollar estas habilidades. Considere en su posición actual dónde tiene la mayor oportunidad para generar un mayor impacto, y cuáles de estos cuatro patrones podría estar deteniendo su desarrollo. Los cuatro patrones están altamente interrelacionados.

Aprender más sobre su propia empresa puede requerir la construcción de relaciones en otros departamentos. Tomar decisiones de inversión más eficientes podría requerir aprender más sobre el contexto cambiante de su industria. Defina un lugar dónde causar un alto impacto y se sorprenderá de lo rápido que usted y los demás notan la diferencia.

Generando Buenos Negocios

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