A pesar del enorme impacto que los ejecutivos
pueden tener en sus organizaciones, las posibilidades de fracaso siguen siendo
altas.
Como parte de un estudio que tuvo
una duración de diez años en el que se incluyó a más de 2.700 entrevistas de
liderazgo, se identificaron cuatro patrones recurrentes que distinguían a ejecutivos
excepcionales. Lo que separa el "mejor de lo mejor" de todos los
demás es un dominio consistente de estos cuatro patrones, mientras que los
"buenos" ejecutivos pueden sólo sobresalieron en dos o tres.
1
Conocen todo el negocio
Los ejecutivos excepcionales tienen
un profundo conocimiento de cómo las piezas de la organización se unen para
crear valor y ofrecer resultados. Muchos líderes llegan a la posición más alta
de la organización habiendo desarrollado funciones como marketing o finanzas y
apoyándose fuertemente en sus instintos. Estos ejecutivos logran escalar
posiciones ampliando su presencia en la organización tomando tareas en todos
los departamentos de la compañía
También se centran en el
fortalecimiento de la interacción de toda la organización para minimizar la
mala coordinación y la fragmentación interna.
2
Son grandes tomadores de decisiones
Ejecutivos ejemplares tienen la
capacidad para expresar sus opiniones, tomar en cuenta las ideas de otros,
analizar datos, sopesar las alternativas, tomar la decisión final y comunicarla
claramente. Esta habilidad inspira mayor confianza y enfoque entre sus
subordinados.
Porque son buenos tomadores de
decisiones, también son buenos para fijar prioridades, ya que el
establecimiento de prioridades es de vital importancia en las distintas
decisiones que realizan todos los días.
Centrarse en unas pocas prioridades
ayuda a realizar una ejecución exitosa de sus funciones y evitar sobrecargar a
la organización con múltiples objetivos.
El secreto de la toma de decisiones
se encuentra en el equilibrio entre el instinto y el análisis. Algunos ejecutivos
confían plenamente en sus instintos, combinan experiencia y una intuición bien
desarrollada. Otros se basan en un análisis exhaustivo de datos para resolver
el problema que enfrentan. Los ejecutivos excepcionales actúan de forma fluida incorporando
ambos criterios, evitando predisposiciones mal fundamentadas o un largo proceso
de análisis.
Tomar buenas decisiones parece ser
una habilidad relativamente rara. La proclividad a una equivocada toma de
decisiones generalmente se intensifica por los pobres sistemas de toma de
decisiones en las organizaciones.
3
Conocen la industria
Ejecutivos excepcionales mantienen
una sólida comprensión del contexto cambiante en el que su negocio compite. Su natural
inteligencia contextual se encuentra en la intersección de una visión de cómo
su organización compite y gana dinero, y lo que es más relevante la forma en
que sirven a sus clientes.
La capacidad para aplicar su
conocimiento de los negocios ante las amenazas competitivas, requiere la
capacidad de ver las tendencias y posibilidades en un horizonte multianual.
Los líderes que obtuvieron la
puntuación más alta en esta habilidad afirman tener una curiosidad innata y un
profundo conocimiento del contexto de negocios, aplicado las últimas tendencias
económicas, tecnológicas y comerciales. De esta manera, es más fácil identificar
las amenazas y aprovechar las oportunidades.
4
Forman relaciones profundas y de confianza
Dentro de las organizaciones hay ejecutivos
con los que todo el personal quisiera trabajar. Estos ejecutivos forman
profundas conexiones con los superiores, compañeros y subordinados directos, consideran
y satisfacen las necesidades de ellos. Se comunican de manera convincente y van
más allá de las transacciones superficiales para formar relaciones de confianza
y beneficio mutuo. Esto se convierte en una reputación positiva dentro de la
organización al generar consistentemente buenos resultados, mientras
genuinamente se preocupan por quienes contribuyen al logro de los objetivos.
De los cuatro patrones enlistados,
la falta de relaciones profundas contribuye en mayor medida a marcar la
diferencia entre ejecutivos excepcionales y buenos. Mientras que los ejecutivos
excepcionales guían a sus subordinados con una humilde confianza, los segundos
mejores ejecutivos se enfocan más en las percepciones, creando la ilusión de la
colaboración, escondiendo motivos egoístas. Ejecutivos excepcionales desarrollan
conexiones invirtiendo fuertemente en su propia inteligencia emocional y
social, de forma activa solicitan retroalimentación acerca de cómo otros las
experimentan y aprenden a crear confianza con los demás.
Es posible aprender estos cuatro patrones
y nunca es demasiado tarde para empezar a desarrollar estas habilidades.
Considere en su posición actual dónde tiene la mayor oportunidad para generar un
mayor impacto, y cuáles de estos cuatro patrones podría estar deteniendo su
desarrollo. Los cuatro patrones están altamente interrelacionados.
Aprender más sobre su propia empresa
puede requerir la construcción de relaciones en otros departamentos. Tomar
decisiones de inversión más eficientes podría requerir aprender más sobre el
contexto cambiante de su industria. Defina un lugar dónde causar un alto
impacto y se sorprenderá de lo rápido que usted y los demás notan la diferencia.
Generando Buenos Negocios
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