miércoles, 16 de noviembre de 2011

Apalancamiento Financiero ¿es buena idea endeudarse?

En principio toda deuda es buena siempre y cuando mantenga los niveles adecuados de deuda/capital de la empresa. La respuesta a esta pregunta requerirá necesariamente de comparar y evaluar las diferentes alternativas del mercado.

Una de las decisiones más importantes a la que se enfrenta el responsable de cualquier empresa es la de definir el procedimiento y conseguir los recursos necesarios para financiar las actividades propias de su empresa, tanto las existentes como las futuras.

La política de financiamiento de una organización debe centrarse en establecer la cantidad que se debe emplear tanto de deuda como de recursos propios o capital para financiar las necesidades de inversión, presentes y futuras, que se derivan de los requerimientos de capital de trabajo a emplear.

Con demasiada frecuencia los directivos de empresa consideran que el endeudamiento o apalancamiento es un mal que se debe evitar o utilizar únicamente cuando es necesario. Sin embargo antes de llegar a esta conclusión hay que entender qué es el apalancamiento financiero. El apalancamiento financiero es el efecto que se produce en la rentabilidad de la empresa como consecuencia del empleo de deuda en su estructura de financiamiento. Es importante precisar qué se entiende por rentabilidad, para poder comprender si ese efecto es positivo o negativo, y en qué circunstancias.

La rentabilidad no es sinónimo de resultado contable (beneficio o pérdida), sino de resultado en relación con la inversión, que genera los ratios del ROE (rendimiento sobre el capital contable) y el ROA (rendimiento sobre los activos totales).

Incrementar la cantidad de deuda en la estructura de financiamiento de un negocio, o lo que es igual incrementar el apalancamiento financiero, tiene un efecto sobre la rentabilidad que depende del costo financiero de esa deuda. Un mayor empleo de deuda generará un incremento en la rentabilidad sobre los recursos propios, siempre y cuando el costo de la deuda sea menor que la rentabilidad del negocio sobre los activos netos (capital de trabajo más los activos fijos netos).

Es importante indicar que el incremento en la rentabilidad se produce porque el aumento en el nivel de endeudamiento presupone que no perjudicará a la rentabilidad de los activos netos, es decir estos nuevos fondos serán empleados en nuevos proyectos de inversión que proporcionen una rentabilidad que asegure la creación de valor en la empresa. Si la empresa careciera de esos proyectos y no tuviese perspectivas de corto plazo próximas de generarlos, la decisión acertada no es mantener permanentemente esos nuevos fondos en inversiones financieras con bajo o nulo riesgo y baja rentabilidad (por ejemplo, bonos del tesoro).

El costo de la deuda no debe ser el único factor determinante para establecer una política de financiamiento correcta, porque el tener una mayor cantidad de deuda implica un nivel adicional de riesgo, que de no ser manejado cuidadosamente, puede conducir a resultados muy malos. Sin embargo, si se utiliza inteligentemente traerá como consecuencia utilidades extraordinarias para los accionistas.

El uso apropiado del endeudamiento es una vía para conseguir mejorar la rentabilidad sobre los recursos propios de la empresa y, en consecuencia, generar valor para el accionista.

La clave para gestionar con acierto la cantidad de deuda asumida, además del conocimiento del negocio y de las perspectivas sobre su evolución futura, es analizar y tomar decisiones sobre aspectos tales como: costo real de la deuda, naturaleza del tipo de interés (fijo o variable), naturaleza del endeudamiento (moneda nacional o extranjera) y actitud ante el riesgo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Las nuevas finanzas

No podemos dejar de reconocer que la contingenciua sanitaria ocasionada por el COVID19, traerá consigo graves repercusiones en la economía d...