viernes, 13 de mayo de 2011

Doce mitos de las compañías visionarias

¿Qué es una compañía visionaria? Las compañías visionarias son instituciones que constituyen la flor y nata de su industria, admiradas por todos sus colegas y que tienen la larga tradición de haber ejercido una influencia significativa en el mundo que las rodea.
El punto clave es que una compañía visionaria es una organización, una institución. Todo líder individual, por carismático o visionario que sea, al final se muere, todos los productos y servicios, todas las “grandes ideas” al fin se vuelven obsoletas. Mercados enteros pueden volverse obsoletos y desaparecer. En cambio, las compañías visionarias prosperan durante largos períodos de tiempo, a lo largo de múltiples ciclos de vida de productos y múltiples generaciones de líderes activos.
Algunos ejemplos de compañías visionarias son: 3M, American Express, Boeing, Citicorp, Ford, General Electric, IBM, Merck, Motorola, Procter & Gamble, Sony y Wal-Mart. Todas ellas cumplen con los siguientes criterios:
  • Institución líder en su industria.
  • Muy admirada por personas conocedoras de negocios.
  • Han dejado huella indeleble en el mundo en que vivimos.
  • Ha tenido múltiples generaciones de presidentes.
  • Ha pasado por múltiples ciclos de vida de productos o servicios.

A continuación se detallan doce mitos de las compañías visionarias:

Mito 1. Se necesita una gran idea para empezar una gran compañía.

Realidad: Pocas compañías visionarias empezaron con grandes ideas. En realidad, muchas empezaron sin ninguna idea específica y unas pocas hasta comenzaron como un fracaso total.

Mito 2. Las compañías visionarias necesitan grandes líderes visionarios y carismáticos.

Realidad: Un líder carismático visionario no se necesita en absoluto para una compañía visionaria. Por el contrario, puede ser perjudicial para sus perspectivas a largo plazo. Algunos de los más importantes presidentes en la historia de las compañías visionarias no se ajustaban al modelo de líder carismático destacadísimo. Se concentraron más en estructurar una institución perdurable que en ser grandes líderes individuales.

Mito 3. Las compañías de mayor éxito existen principalmente y ante todo para maximizar utilidades.

Realidad: Al contrario de lo que sostiene la doctrina de las facultades de administración de negocios, maximizar la riqueza de los accionistas o maximizar utilidades no ha sido la fuerza impulsora dominante ni el objetivo primario en la historia de las compañías visionarias. Estas persiguen un grupo de objetivos, de los cuales hacer dinero es sólo uno y no necesariamente el principal. Buscan utilidades, pero las guía igualmente una ideología básica, los valores básicos, el sentido de propósito más allá de sólo ganar dinero.

Mito 4. Las compañías visionarias comparten un subconjunto común de valores básicos “correctos”.

Realidad: No hay ningún conjunto “correcto” de valores básicos para ser una compañía visionaria. El enfoque crucial no es el contenido de la ideología sino cuán profundamente la compañía cree en ella y cuán consecuentemente la vive y la expresa en todo lo que hace. Las compañías visionarias no se preguntan ¿Qué debemos valorar? Sino ¿Qué valoramos realmente en lo más hondo de nuestro ser?

Mito 5. Lo único constante es el cambio.

Realidad: Una compañía visionaria preserva casi religiosamente su ideología básica y es muy raro que la cambie. Los valores básicos de la compañía constituyen un fundamento sólido y no fluctúan al azar junto con las tendencias y las modas del día; en algunos casos han permanecido intactos durante más de cien años. A la vez que mantiene su ideología rígidamente fija, la compañía visionaria muestra un poderoso impulso hacia el progreso, que le permite cambiar y adaptarse sin comprometer sus ideales fundamentales.

Mito 6. Las mejores compañías son muy prudentes.

Realidad: Las compañías visionarias no temen comprometerse resueltamente con grandes metas audaces, estas pueden ser tal vez arriesgadas, pero la aventura, la emoción y el reto que entrañan estimulan a la gente, la ponen en movimiento y crean un inmenso impulso de avance.

Mito 7. Las compañías visionarias son un magnífico lugar para trabajar, para todo el mundo.

Realidad: Sólo quienes “concuerdan” sumamente bien con la ideología básica y con las exigentes normas de una compañía visionaria encontrarán que ella es un gran lugar para trabajar. El que vaya a trabajar con una compañía visionaria, o bien concuerda y prospera y por consiguiente es feliz, o se libran de él inmediatamente. Las compañías visionarias tienen tanta claridad acerca de lo que representan y lo que tratan de alcanzar que no tienen sitio para los que no quieran o no puedan concordar con sus exigentes normas.

Mito 8. Las compañías de gran éxito logran sus mayores aciertos en virtud de una planificación estratégica brillante y compleja.

Realidad: Las compañías visionarias logran algunos de sus mejores aciertos mediante experimentación, ensayos y errores, oportunismo y puro accidente. Lo que retrospectivamente parece brillante previsión y preplanificación fue a menudo resultado de ensayar un montón de cosas y conservar lo que funciona.

Mito 9. Las compañías deben contratar por fuera presidentes a fin de estimular el cambio fundamental.

Realidad: La dirección o gerencia formada en casa es la regla en las compañías visionarias. No comparten la idea convencional de que cambio significativo e ideas frescas no pueden venir de los que están dentro.

Mito 10. Las compañías de mayor éxito se concentran principalmente en superar a la competencia.

Realidad: Las compañías visionarias se concentran principalmente en superarse a sí mismas. Se plantean constantemente la pregunta ¿Cómo podemos mejorarnos a nosotros mismos para hacer mejor mañana lo que hicimos hoy? Y se han hecho esta pregunta día tras día como una disciplina normal de vida. Por más que realicen, por mucho que hayan dejado rezagados a sus competidores, nunca creen que “con eso basta”.

Mito 11. No se puede oír misa y andar en la procesión.

Realidad: Las compañías visionarias no se preocupan por la teoría disyuntiva, es decir la idea puramente racional de que uno puede tener, o bien A, o bien B, pero no ambas cosas a la vez. Rechazan tener que elegir entre estabilidad o progreso, entre prácticas conservadoras o grandes metas audaces, entre hacer dinero o vivir de acuerdo a valores y propósito. Por el contrario adoptan la teoría de la agregación, el concepto que les permite perseguir A y B al mismo tiempo.

Mito 12. Las compañías se vuelven visionarias principalmente por hacer una “declaración de vida”.

Realidad: Las compañías visionarias han llegado a la posición en que están no tanto por haber redactado algunas de las declaraciones de visión, misión, valores, propósito o aspiración que se han hecho populares en administración. Formular una declaración puede ser un paso útil en la creación de una compañía visionaria, pero es sólo uno de los miles de pasos que constituyen el proceso interminable de manifestar las características fundamentales de las compañías visionarias.

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